
Feliz Navidad … desde la psicología deportiva.
Por Francisco González, Entrenador de Golf de la WGTF – World Golf Teachers Federation y Mental Coach del Golf Psychology Coaching Certificate de la National Training Academy – European PGA.
No es fácil escribir sobre la Navidad en los tiempos actuales. Ya sé que se trata de un tiempo en el que cada cultura y cada país la celebra de modos y formas distintas en función de su tradición, creencias e historia.
Y no es fácil hacerlo, no tanto por la variedad y naturaleza de sus celebraciones como por el simple hecho de que escribir o hacer un mensaje sobre la Navidad, en gran manera, resulta un ejercicio redundante por decir todo lo que ya conocemos.
Los seres humanos somos especialistas en crear males para destruir todo aquello de bueno que tenemos en nuestra propia naturaleza humana: la guerra, la rivalidad, la vanagloria, la mentira, la calumnia, la falta de generosidad y de perdonar, la envidia, el individualismo radical, el fanatismo, la murmuración, y tantos otros males…
Da igual que seamos creyentes o no, pero en la tradición cristiana y en este tiempo de Navidad siempre resuenan algunas de las palabras de Jesús acerca de cómo debería ser la convivencia entre los seres humanos:
“No enjuiciéis sin pruebas, no condenéis sin más, perdonad, no juzguéis por las apariencias, no hagáis nada por rivalidad o vanagloria, fomentad la paz, mostrad aprecio por todos, no habléis mal los unos de los otros, no hagáis el bien para que os vean…”
Necesitamos darle un nuevo sentido a nuestras vidas en medio de la tensa existencia que hemos creado. Precisamos que el espíritu de la Navidad no sea una cuestión de varios días sino la forma permanente de vivir un día tras otro.
Tenemos que armonizar todos nuestros corazones y erradicar la extendida idea de que no precisamos los unos de los otros, de que no necesitamos de los demás y debemos expulsar de nuestras mentes el yo egoísta que se cree autosuficiente.
Debemos de ser uno y ser todos a la vez y a pesar del ruido, del caos, del miedo, de la falsa información y de la falta de objetividad que nos imponen los medios de comunicación y las redes sociales, tenemos que saber que sólo existe un camino, aquel que nos deberá conducir al encuentro de nuevas formas y modelos que nos permitan reedificar un nuevo Humanismo.
Un camino que nos lleve a nuevos idearios que posibiliten una nueva ética más solidaria, más cívica y más respetuosa con todos los seres humanos sin excepción, en definitiva, un camino en armonía con la naturaleza y con nuestro entorno, todo aquello que garantice un mejor futuro para la humanidad.
Tenemos que dejar de creer que somos los propietarios de un presente pletórico y eterno, una utopía del ahora y el aquí que está hipotecando el porvenir de las futuras generaciones.
Espero y deseo que esta Navidad sea mejor para todas y todos nosotros así como para nuestras familias y amigos, con un especial recuerdo y dedicatoria para aquellas personas y familias que lo han perdido todo a causa del volcán en La Palma.
También espero y deseo que el Año Nuevo sea un año en el que sepamos encontrar la armonía, el equilibrio y la paz mental que no sólo hagan mejor nuestro golf sino que también hagan mejor nuestras vidas y las de aquellos que están junto a nosotros.
¡Feliz Navidad!
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