El otro lado del Liv Golf. Increíble.

No todo es golf , swing y birdies en el Liv Golf. La maquinaria que lleva detrás no deja de sorprender a propios y extraños.

Desde que entra el público por el hoyo 7 de Valderrama, la maquinaria merchandising entra por lo ojos.

Ves los colores de los equipos, la marca Liv Golf por todos lados y como nó,, Te entran ganas de comprarlo todo.

Eso sí vete con la cartera bien cubierta. Gorras, sudaderas, toallas, de todo se puede encontrar allí antes de llegar a pisar el verde del club.

Y no nos podemos olvidar de las otras atracciones que conlleva todo esto. 

Vamos caminando por la zona y vemos un mini-golf muy bien montado, o también una zona de aproach.  Si nos fijamos y nos paramos, hay muchos niños jugando con sus padres y están entretenidos mientras otros van siguiendo a los jugadores por el campo, los cuales salen a tiro desde las 13.00 horas.

Desde luego el golf se ve de otra manera.  Música, Dj, Conciertos, y los grandes jugando  y en pantalones cortos. Un verdadero show, que lo que hace ver este deporte con otros cánones, donde el protocolo que hemos visto durante toda nuestra vida, sencillamente se rompe.

Mucha controversias ha generado este circuito, peleas, demostraciones de poder y al final hay una paz, y esperemos que sea duradera.

Está claro que todo es un negocio y que en este caso es muy atractivo. Por cierto, falta la Tele. Pero creo que en breve también lo podremos disfrutar.

Pero por lo pronto, vamos a vivir el golf de otra manera. No hay que perderselo. Me voy al Mini-Golf y a disfrutar de la tarde.