
Adam Hayes, el pilar que sostiene a un jugador legendario
Entrevistamos en exclusiva al caddie de Jon Rahm. Repasamos su carrera en el mundo del golf con especial foco en sus años con "el León de Barrika". Años en los que se han convertido en una de las parejas más exitosas y estables del golf profesional.
La idea de esta entrevista surgió hace muchos meses, a principios de año, cuando planificábamos un ilusionante viaje al Hero Dubai Desert Classic de enero 2025. En aquella ocasión, no pudo ser porque los siempre caprichosos “Dioses del golf” decidieron que Jon Rahm y Adam Hayes no pasasen el corte en el primer envite de la temporada. Tocaba esperar a mejor ocasión.
Nuestra siguiente oportunidad iba a ser LIV Golf Andalucía. La espera tuvo recompensa y, finalmente, pudimos entrevistar a Adam Hayes. A nosotros nos ha hecho muchísima ilusión poder preguntarle por su vida y su carrera. Esperamos que ustedes la disfruten. En esta ocasión, de verdad, podemos decir que el placer fue todo nuestro.
Por favor, tómense su tiempo para ver el vídeo de la entrevista. Nada como una buena taza de té o, quizás, algo más fuerte…Van a escuchar a un tipo que sabe, de verdad, de golf y que ama su trabajo profundamente. Admiración y respeto infinitos, Adam Hayes.
Adam Hayes nació en Rockledge (Florida) y desde muy joven empezó a jugar al golf. Como tantos de nosotros, cayó en las redes de un deporte que, si te engancha, ya no te suelta. Nunca.
Siendo muy pequeño, y ya jugando al golf, tuvo la ocasión de visitar Augusta National y aquella experiencia le marcó. Imagínense Ustedes, siendo chavales y dando sus primeros pasos en este deporte que te llevan a Augusta a ver una ronda…No se te olvida en la vida. No sólo eso, te marca un objetivo y un camino. Y Adam lo siguió.
Desde entonces, ha sido caddie en Augusta 15 veces y ha ganado una (de momento) cumpliendo uno de sus sueños de infancia.
En su etapa universitaria, clave en el desarrollo de deportistas profesionales en los Estados Unidos, se enroló en la Universidad de Florida Central en donde compitió para The Knights. Es al terminar esa etapa cuando, según él mismo explica, se da cuenta de que como jugador no tiene dos cosas que son fundamentales: apoyo financiero para arrancar los primeros años como profesional y, quizás, el nivel de juego necesario para que ese apoyo financiero apareciese. En ocasiones, por desgracia, jugar muy bien al golf no es suficiente para “llegar”.
Tras hacer de caddie para un amigo en Torrey Pines (irán viendo que la conexión de Jon y Adam con este campo es, cuando menos, llamativa) decide que le gustó la experiencia y probar suerte. Lo que nunca sabremos, gracias a Dios, es si el mundo se ha perdido un magnífico profesional de la venta de seguros ya que, esta, era la alternativa profesional que Adam manejaba en aquel momento. Lo que sí hemos ganado es un caddie top mundial.
Una vez tomada la decisión, pasó 4 temporadas siendo caddie en el LPGA para varias jugadoras hasta que fue despedido. Aquellos tiempos fueron duros (aunque Adam los recuerda con cariño y como una escuela maravillosa) porque los ingresos son muy limitados y la realidad está totalmente alejada de lo que todos tenemos en mente al respecto del deporte profesional. Nada de lujos. Más bien, todo lo contrario.
En ocasiones, varios caddies compartían la misma habitación para abaratar costes y se jugaban quiénes dormían en la cama con una competición que Adam y sus compañeros llamaron “Scores for Floors”. El mejor resultado, evita el suelo para dormir. Si eso no genera motivación…
Como se dice en el ambiente de los caddies, no eres caddie de verdad hasta que te han despedido al menos una vez. En el caso de Adam, esto fue una bendición. En primer lugar, porque a la semana de ser despedido, empezó a llevar la bolsa para su buen amigo Vaughn Taylor. Y la apuesta no pudo salir mejor. Al poco tiempo de empezar a trabajar juntos, allá por 2004, consiguen su primera victoria en el PGA. Fue en el Reno-Tahoe Open.
Es, a partir de este momento, cuando Adam empieza a vivir algunas cosas maravillosas en un campo de golf. Uno de los momentos top llega en 2010 cuando, llevando la bolsa de Jonathan Byrd, viven un momento sensacional en Las Vegas. El torneo era el Justin Timberlake (sí, sí, el cantante) Shriners Hospitals for Children Open.
Se tuvo que jugar un desempate tras los 72 hoyos. La cosa se complicó porque tras tres hoyos disputados seguían empatados Jonathan Byrd, Martin Laird y Cameron Percy. La luz se estaba yendo y todo apuntaba a un desenlace el lunes que, a nadie de los presentes gustaba. Al final, deciden jugar un cuarto hoyo y lo que pasó fue memorable. Las crónicas de la prensa de entonces, no tienen desperdicio.
Justo antes de trabajar con Jon Rahm, fue caddie de Russell Henley con quien mantiene una buena amistad. Adam pasó entonces por un momento en el que, debido a circunstancias familiares, se planteó parar durante un tiempo y centrarse más en su familia. ¡Gracias a Dios que no lo hizo!
Llegó entonces una llamada del legendario caddie de Phil Mickelson, Jim “Bones” Mackay, al que tanto Adam, como todos los aficionados españoles, tenemos que estar muy agradecidos. Gracias a él, se formó una de las parejas más existosas del golf español y mundial. Gracias a Bones, Adam es el caddie de Jon Rahm.
Las decisiones hay que juzgarlas con el contexto del momento en el que se toman. De otro modo, se corre el riesgo de ser injusto con la persona que las tomó. Es crucial entender sus circunstancias. Hoy, todo el mundo diría que ser caddie de Jon Rahm es como ganar la lotería. En 2016, cuando Adam y Jon juntan sus caminos, el de Barrika, pese a haber tenido una carrera amateur universitaria espectacular, era el 126 del mundo. Apenas llevaba unos meses como profesional y Adam llevaba varios siendo caddie en el PGA Tour y con algunas victorias a sus espaldas.
La decisión fue valiente y arriesgada. Y funcionó. No hay muchas cosas mejores que eso en la vida.
Pronto empezaron a vivir cosas para recordar en un campo de golf. En su debut juntos, en el Safeway Open de Napa (California) Jon termina T15 pero pasó algo memorable. Jon consigue, en el primer golpe que dio en competición oficial junto con Adam Hayes, su primer hoyo en uno. No como profesional. ¡En toda su vida! Es más, nunca había presenciado un hoyo uno en un campo de golf. Suyo o de otro compañero de partida. Por supuesto, le entrevistaron. Pocos comienzos tan buenos como este, ¿no creen?
Antes les hablábamos de la conexión de Jon y Adam con Torrey Pines. Aquí viene una interesante. El Farmers Insurance Open de 2017 es su primera victoria juntos en el PGA Tour. Jon cierra el torneo con dos eagles (hoyo 13 y 18) y da muestras de una madurez en su juego que dejó a mucha gente atónita. El eterno putt con el que cierra el triunfo en el 18 casi provoca infartos.
Además, en el hoyo 13, Jon pega un segundo golpe que el propio Adam Hayes nos lo cuenta como el “mejor golpe jamás retransmitido en TV”.
Esta victoria es relevante porque tanto Jon como Adam se sacaron un peso enorme de encima. Alrededor de ambos había muchas expectativas creadas. Mucha responsabilidad. Objetivo conseguido y, sin ese peso en sus hombros, despegaron.
Pronto llegaron dos victorias clave más. El Memorial Tournament de 2020 gracias al que Jon y Adam se aúpan al número uno del ranking mundial y el primer major. El US Open de 2021. ¿Recuerdan dónde? Efectivamente, en Torrey Pines. El primer jugador español en conseguir el US Open. Su primer Major juntos.
El Masters de Augusta de 2023 es, probablemente, el momento más especial para Adam. Ganar es increíble siempre. Ganar en Augusta National es otro nivel. Tanto a nivel emocional, como a nivel de prestigio o de historia en este deporte. Fíjense cómo habla Adam de aquellos días.
Por cierto, las palabras de Jon en la ceremonia de entrega del trofeo, nada más ganar el Masters, hablando de Adam es una demostración de cariño y respeto que merece ser recordada.
En ese mismo torneo, el domingo, Jon pega el que pensamos que es su mejor golpe hasta el día de hoy. El segundo golpe en el hoyo 14 es una locura. Adam nos lo cuenta con detalle.
Por supuesto, pulsamos la opinión de Adam al respecto de la Ryder Cup de 2025. Nos cuenta lo que podemos esperar los europeos al respecto de Bethpage y de la afición de Nueva York. Nos confirma que será un ambientazo difícil de olvidar.
También nos explica cómo maneja el hecho de ser americano y defender los intereses de Europa. Por cierto, España e Irlanda son sus países favoritos en Europa.
Adam es norteamericano, pero, no les quepa duda de esto, es uno de los nuestros. Lo tendrán claro cuando le escuchen hablar de esto.
Compartió con nosotros cómo desconecta del golf cuando está en casa y, por favor, no se pierdan la maravilla que ha construido con un simulador de golf Full Swing incluido (que nos recomendó probar), un gimnasio con todo el equipamiento que puedan imaginar.
Adam ha podido compartir rondas con otros caddies legendarios como Billy Foster, Steve Williams, Jim “Bones” Mackay, Joe LaCava…Nos cuenta como aprendió de ellos y como sigue aprendiendo cada día de otros caddies. Un trabajo no solo complicado sino estratégico en el éxito de un jugador profesional de golf.
Al respecto del trabajo de un caddie, Adam ha dicho en alguna entrevista que, el principal deber del caddie, es adaptarse a su jugador. Tanto es así que, en su caso, Adam trabaja las distancias en el campo en metros y no en yardas.
Para terminar, le preguntamos la más difícil de responder. Tras 25 años de carrera, pedimos a Adam que nos explique con qué sueña cuando sueña con golf. ¿Qué objetivos le quedan a alguien que ha conseguido casi todo en este deporte? Pues aún le quedan retos y los tiene clarísimos. ¿Adivinan qué Major tienen en el punto de mira?
Disfruten de esta entrevista. Habla un caddie legendario. Habla Adam Hayes. Por favor, ¡todos en pie!.
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