Europa golpea primero en Bethpage Black

Jon Rahm lidera un arranque brillante de los europeos, que dominan 5,5 a 2,5 frente a Estados Unidos

La Ryder Cup 2025 no podía haber comenzado mejor para el equipo europeo. En el siempre temible Bethpage Black de Nueva York, con un ambiente eléctrico y una marea roja en las gradas empujando a los estadounidenses, los hombres de Luke Donald respondieron con firmeza. Al término de la primera jornada, el marcador sonríe a los visitantes: 5,5 a 2,5. Una ventaja sólida que, más allá de los números, transmite autoridad y confianza.

El gran nombre del día fue, sin discusión, Jon Rahm. El vizcaíno se comportó como lo que ya es: el líder natural de Europa. En cada golpe transmitió energía, convicción y una calma contagiosa. La verdad es que verlo en modo Ryder es como asistir a una tormenta contenida: intensidad pura, pero con la precisión de un reloj. Rahm tiró del carro desde el primer match, demostrando que no le pesa ni el escenario ni la presión de miles de voces norteamericanas. Más bien al contrario, parece crecerse con cada rugido en contra.

Además, lo de Rahm no se limita a lo deportivo. Su manera de alentar, de levantar a sus compañeros tras un error o de celebrar un putt clave, lo ha convertido en el corazón emocional de un vestuario que sabe que necesita su liderazgo para resistir lo que está por venir. Y es que esta Ryder apenas ha comenzado, y todos son conscientes de que Estados Unidos, herido en orgullo, saldrá mañana con todo.

El resto del equipo europeo también respondió a la altura. Como Rory McIlroy, Hatton, Viktor Hovland y Straka dejaron dejaron su huella con un gran golf. la apuesta por el mismo equipo que hace dos años parece funcionar. Estados Unidos, por su parte, acusó ciertos nervios en los greens y no encontró el filo habitual en sus estrellas.

Bethpage Black, con sus roughs imposibles y ese aire de campo que no perdona ni el más mínimo desliz, jugó también su papel. Cada error se paga caro y, de momento, Europa supo navegar mejor entre la exigencia del recorrido y la presión ambiental.

El 5,5 a 2,5 no es definitivo, pero sí un aviso. Europa ha llegado a Nueva York dispuesta a plantar cara, y con Rahm como estandarte, el sueño de volver a conquistar suelo estadounidense se antoja más posible que nunca.